Pública

comentario en dos partes:

Slim Aarons (con todo su equipo fotográfico)

parte nr. 1
Slim Aarons (1916-2006) fue un fotógrafo de revistas ilustradas estadounidenses de los años 50 y 60. Acabo de ver un documental de 67 min. dirigido por Fritz Mitchell, «Slim Aarons: High Life (Slim Aarons: alta sociedad), 2016. Sus fotografías más conocidas retratan gente guapa y el estilo de vida de la alta sociedad. En los años setenta no estaba de moda porque esos valores eran considerados frívolos y superficiales, pero ya en los ochenta y después en los noventa y hasta ahora, hubo como un revival de todas sus instantáneas, porque de hecho somos una sociedad más frívola y trivial. Sus imágenes han sido y son inspiración para cantidad de diseñadores e interioristas.

Me gusta mucho de Aarons el sentido de la composición de escenas y su simplicidad al abordar un reportaje: iluminación natural, nada de maquilladores u objetos ajenos al lugar. Aarons, sus cámaras y el trípode. Nada más.
Veo en su material mucho de lo que después ha hecho de forma más artificial la fotógrafa Annie Leibovitz (USA, 1949). Pero también Aarons me recuerda al pintor Edward Hopper (USA 1882 – 1967)​, con los protagonistas más satisfechos y para nada deprimidos, pero la composición se parece.
parte nr. 2
Edward Hopper es uno de mis pintores favoritos, pero no podría colgar ninguna reproducción de un cuadro suyo en mi casa. Son perturbadoras y deprimentes. Me dan la impresión de ser «la mirada de un extraterrestre a los humanos y sus paisajes.

Con Slim Aarons me sucede algo parecido. Sus fotos más icónicas y bellas me envían también un mensaje muy perturbador. Es una escena ANTES DE QUE ESTALLE LA BOMBA ATÓMICA. Estas imagénes podrían ilustrar lo que era la Tierra, de una manera idealizada, antes de su destrucción. Decorarían a los refugios antiatómicos en los que la gente viviría varias generaciones antes de regresar a la superficie, o estarían  en las paredes de la celda de James Cole (12 monos) para recordarle lo que había sido el mundo, un mundo perdido.

 

Hay mucho aire, aparentemente límpido, transparente y respirable. El azul del cielo se refleja en la piscina, que es más un cuadro del cielo que un lugar para bañarse. La gente es feliz de una manera hospitalaria (de hospital), están representando aquello que quieren que defina su vida, de hecho, lo accesorio. Hay algo real y algo irreal.
(abajo fotos de Slim)
referencias:
documental de 67 min. dirigido por Fritz Mitchell, «Slim Aarons: High Life (Slim Aarons: alta sociedad), 2016.