comentario en dos partes:
parte nr. 1
Slim Aarons (1916-2006) fue un fotógrafo de revistas ilustradas estadounidenses de los años 50 y 60. Acabo de ver un documental de 67 min. dirigido por Fritz Mitchell, «Slim Aarons: High Life (Slim Aarons: alta sociedad), 2016. Sus fotografías más conocidas retratan gente guapa y el estilo de vida de la alta sociedad. En los años setenta no estaba de moda porque esos valores eran considerados frívolos y superficiales, pero ya en los ochenta y después en los noventa y hasta ahora, hubo como un revival de todas sus instantáneas, porque de hecho somos una sociedad más frívola y trivial. Sus imágenes han sido y son inspiración para cantidad de diseñadores e interioristas.
Edward Hopper es uno de mis pintores favoritos, pero no podría colgar ninguna reproducción de un cuadro suyo en mi casa. Son perturbadoras y deprimentes. Me dan la impresión de ser «la mirada de un extraterrestre a los humanos y sus paisajes.
Con Slim Aarons me sucede algo parecido. Sus fotos más icónicas y bellas me envían también un mensaje muy perturbador. Es una escena ANTES DE QUE ESTALLE LA BOMBA ATÓMICA. Estas imagénes podrían ilustrar lo que era la Tierra, de una manera idealizada, antes de su destrucción. Decorarían a los refugios antiatómicos en los que la gente viviría varias generaciones antes de regresar a la superficie, o estarían en las paredes de la celda de James Cole (12 monos) para recordarle lo que había sido el mundo, un mundo perdido.